Hasta el momento de la implantación el blastocito está constituido por la masa celular interna, de la que se origina propiamente el cuerpo del embrión y el trofoblasto externo, que representa la conexión tisular futura entre el embrión y la madre. Estos componentes del blastocito son precursores para futuros tejidos.
Estadio de disco bilaminar
Justo antes de que el embrión se implante en el endometrio al principio de la segunda semana, se empiezan a notar cambios en la masa celular interna y trofoblasto. Las células de la masa celular interna se acomodan formando una configuración epitelial (cubierta embrionaria), también aparece un capa de células en la parte ventral. La capa superior de células se llama epiblasto y la capa inferior hipoblasto.
Después que el hipoblasto se ha constituido quedando bien definido y que el epiblasto ha adoptado una configuración epitelial, la masa celular interna se transforma en un disco bilaminar, con el epiblasto en su superficie dorsal y el hipoblasto en la ventral, el primero contiene las células que formarán el embrión, aunque también originará tejidos extraembrionarios. Después de esto aparece una capa de ectodermo extraembrionario llamada amnios, esta capa rodeará a todo el embrión convirtiéndose en una cámara llena de líquido denominada "cavidad amniótica".
Cuando el embrión temprano todavía está anidando en el endometrio (aproximadamente 9 días después de la fecundación), las células del hipoblasto se propagan cubriendo la superficie interna del citotrofoblasto con una capa continua de endodermo extraembrionario denominado endodermo parietal. Esta capa de endodermo al finalizar su expansión forma el saco vitelino primario. Alrededor del décimo día después de la fecundación el complejo embrionario constituye el disco germinal bilaminar, que se localiza entre el saco vitelino primario en su superficie ventral y la cavidad amniótica en su superficie dorsal.
Carlson Bruce M. (2014]).Embriología Humana y biología del desarrollo. España: Elsevier.
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